[ES] “Bajo la protección de Dios”
[ES] “Bajo la protección de Dios”
Matéria originalmente publicada em português na edição nº1428 do Jornal Notícia. Traduzida pela equipe do Paraná Fala Espanhol (PFE).El profesor Wander de Lara Proença (Departamento de Historia), coordinador del proyecto de investigación “El fenómeno religioso en Londrina: Historia e Historiografía (1930-1950)”, dijo al tiro: “Londrina es una de las ocho ciudades más evangélicas de Brasil”. Para entender cómo se llegó a esta situación, es necesario retroceder casi cuatro años, cuando una demanda en el aula y la presencia de la carencia en la producción historiográfica del área llevaron a la creación del proyecto, que tiene como objetivo realizar un gran mapeo del fenómeno en el período mencionado. “Solo existen trabajos más puntuales”, observa Wander.
Sin embargo, esta es solo la primera fase del proyecto, que se extenderá hasta abril de 2025. En una segunda fase, los investigadores se concentrarán en las décadas posteriores, hasta el año 2000. Y en una tercera fase, en el siglo XXI.
Las primeras décadas representan un desafío en la medida en que el acceso a fuentes documentales es más difícil, ya que no son tan numerosas y, a veces, están en posesión de familias que solo guardan el material sin atribuirle tanta importancia histórica para la ciudad. Sin embargo, la investigación retrocede hasta antes de la llegada de los primeros colonos, ya que el norte de Paraná ya estaba habitado antes de ellos. Los caingangues, por ejemplo, no registraban nada por escrito, pero ya tenían una rica cultura y memoria, con sus ritos, costumbres, fiestas y relación con la muerte. Era una religiosidad expresada en su vida cotidiana, explica Wander. “El primer desafío es dar visibilidad a esta cultura”, añade. En esto, cuenta con la valiosa ayuda de indígenas que estudian en la UEL. El proyecto ha realizado entrevistas y recogido testimonios en audio. Seguramente, la religiosidad indígena formará parte del libro que el proyecto pretende lanzar al final de la primera fase. En parte, los indígenas han sido olvidados debido al imaginario construido en torno a Londrina: una especie de Tierra Prometida, Nueva Canaán, un El Dorado. “Una tierra prometedora para gente ordenada y religiosa, cristiana”, define el profesor Wander. Londrina fue idealizada como una “Ciudad Jardín”, planificada para menos de 30 mil habitantes, todos muy devotos.
El desarrollo de la ciudad hizo que el aeropuerto de Londrina, en cierta época, fuera el tercero más transitado del país, solo detrás de Río de Janeiro y São Paulo. Sin embargo, no solo los grandes inversores o las familias adineradas fueron atraídos a la ciudad. Comenzaron a llegar personas que en esa época se llamaban “indebidas”, que se establecieron en varios puntos de la ciudad incipiente, como por ejemplo debajo de la línea del tren, una línea divisoria material y moral para el imaginario de entonces.
Presbiterianos, los primeros
En 1932, cuando Londrina tenía solo 12 casas, llegó la primera familia protestante, proveniente de São Paulo. Primero vino el esposo/padre, y luego la esposa y los tres hijos. Eran de la Iglesia Presbiteriana Independiente, y donde estaba su residencia hoy está el templo. La familia abrió su casa para que todos practicaran su religiosidad. Y pronto Londrina recibió las visitas del Reverendo Jonas Dias Martins, un pastor también de São Paulo. En la década de los 40 se mudó definitivamente a la ciudad.
Los primeros metodistas y bautistas llegaron en 1934. Sus templos están, respectivamente, frente al Bosque y en la Avenida Paraná, en la prolongación del Calçadão. De hecho, todas las iglesias históricas están en el Centro Histórico de Londrina, con la excepción de la Anglicana, que se estableció en una finca de la época, pero a pocos minutos del centro en coche, hoy en día. La Iglesia Católica llegó en 1934, con la llegada de un obispo de Jacarezinho, en el Norte Pionero (155 km de Londrina). En 1935, llegaron las hermanas del Movimiento de Schöenstatt, creado dos décadas antes en Alemania. Finalmente, en 1941, llegó la primera iglesia pentecostal, la Asamblea de Dios, la mayor pentecostal de Brasil.
Una característica interesante destacada por el profesor Wander es el trabajo social realizado por las primeras iglesias en el período, como la atención a los enfermos y la acogida de las familias que llegaban a Londrina. Todo se hacía en conjunto, naturalmente. Sin embargo, cuando llegaron los pastores, los fieles de las diferentes denominaciones se separaron. Esta actitud solidaria, sin embargo, era un aspecto del imaginario cristiano de las familias incentivado por la Companhia de Terras Norte do Paraná (CTNP), responsable del proyecto de ocupación y colonización de la región. La empresa inglesa tenía anglicanos y bautistas.
En resumen, como destaca Wander, “Londrina es un caso sui generis: nació protestante, con tolerancia, asociaciones, acciones sociales y una visión de futuro”.
Fe, educación y salud
Otra característica de las iglesias que llegaron a Londrina al inicio de su historia fue la inversión en la educación y la salud, en el contexto de la práctica cristiana. En la década de los 30 del siglo pasado, la gran mayoría de los brasileños eran analfabetos. El pastor presbiteriano Zaqueu de Melo llegó a Londrina en 1945 y ese mismo año fundó el Instituto Evangélico Secundario, hoy Colegio Londrinense. Y en 1971, dio los pasos para la creación del futuro Centro de Estudios Superiores de Londrina (Cesulon), hoy Unifil (Universidad Filadelfia).
Según el profesor Wander, Zaqueu de Melo también fue político, elegido diputado, y supo articular la sociedad y la clase en favor de la educación en la ciudad. “El Protestantismo en Londrina abrió escuelas”, sintetiza. El investigador relata que el pastor trajo de Minas Gerais, su tierra natal, un modelo ya consolidado de educación. Y más: también colaboró en la creación de la primera facultad que más tarde ayudaría a componer la UEL.
La Iglesia Católica también contribuyó: las monjas de Schöenstatt fundaron el Colegio Mãe de Deus en 1936, también frente al Bosque. También cuidan, hasta hoy, del Hospital Santa Casa de Londrina, el primer hospital de la ciudad, en el área central, inaugurado en 1941. Y no olvidemos a Zaqueu de Melo, quien ayudó en la implantación del Hospital Evangélico de Londrina.
Tensiones
Pero no era la Nueva Canaán. Hubo tensiones. El profesor cuenta un episodio, de 1941, en el que se quemaron Biblias en una plaza pública en Cambé.
Los protestantes tenían la costumbre de distribuir Biblias gratuitamente a la población, y un grupo de frailes capuchinos no estuvo nada de acuerdo con esto. En esa época, antes del Concilio Vaticano II (1962-1965), los católicos no tenían la costumbre de leerlas. Estaba en vigor la misa tridentina, en latín. En respuesta, los protestantes empezaron a usar los altavoces de las plazas, muy comunes para anuncios generales, para leer la Biblia. También en la década de los 40, las manifestaciones de religiones de origen africano, procedentes de Minas Gerais y São Paulo, tenían que ser muy discretas, y los cultos se realizaban en fincas, donde hoy se encuentran el Jardín Tokyo (zona oeste) y Vila Fraternidade (zona este). Aun así, explica Wander, hay “vestigios” (en fuentes documentales) del malestar que causaban estas religiones en la población cristiana.
Primero, algo más indirecto, como recomendaciones de médicos para que los pacientes no recurran a los remedios de hierbas, a los bendiciones y otras prácticas relacionadas a esas religiones. Luego, vinieron recomendaciones más expresas de evitar cualquier contacto. Poco después, el delegado local comenzó a desincentivar esas prácticas religiosas. Al mismo tiempo, el periódico Paraná Norte continuaba defendiendo la idea de la “Ciudad Jardín”. Finalmente, las tensiones llegaron a la política y al poder público: se propusieron varios proyectos de ley en la Cámara Municipal, que aprobó un Código de Posturas. Entre otros elementos, legislaba sobre comportamientos nocturnos, la presencia de “mujeres de la vida” en las calles y garantizaba a las familias que podrían caminar por la ciudad, ir a la iglesia, etc., sin encontrarse con “personas indebidas”. “Se realizó una demarcación simbólica, una territorialización, señalando lugares lícitos e ilícitos, o peligrosos”, describe Wander.
Toda territorialización crea márgenes, y no fue diferente en Londrina. Pero incluso allí existe religiosidad. El investigador recuerda un artículo en el periódico Folha de Londrina, que informó sobre un incendio en una casa “sospechosa” en Vila Matos (la región donde hoy se encuentra la Terminal de Autobuses). El fuego comenzó, sin embargo, con una vela encendida para una santa.
Recorridos
El proyecto cuenta actualmente con tres profesores del Departamento de Historia (incluido el coordinador). Los otros son José Rodolfo Vieira (especialista en Islamismo) y Richard Gonçalves André, quien comparte la titularidad del proyecto. Hay además siete estudiantes, entre ellos estudiantes de pregrado (incluso de Iniciación Científica, con beca de la Fundação Araucária), estudiantes del posgrado en Historia de la Religión y las Religiosidades de la UEL, y dos maestrandos de la Facultad Teológica Sudamericana de Londrina, protestante no denominacional.
Los investigadores han avanzado en el estudio de las fuentes, analizadas en parejas, y que son básicamente de cuatro categorías: producciones académicas de Historia y Ciencias Sociales; producciones memorialistas (libros y material periodístico, entre otros); producciones de las iglesias; y no escritas. Todo esto debería componer una amplia base de datos que estará disponible para cualquier investigador, a través del Núcleo de Investigación y Documentación Histórica de la UEL (NDPH).
Paralelamente, el proyecto ha difundido resultados en eventos científicos, en Londrina y otras regiones, con comunicaciones y publicaciones en las Actas, lo que debería continuar haciéndose hasta la publicación de los tres volúmenes del libro, producto final de las investigaciones.
Tradução: Lolita Bussi. Revisão: Jefferson Januário dos Santos. Programa Paraná Fala Espanhol (PFE).
Matéria originalmente publicada em português na edição nº1428 do Jornal Notícia: “Sob a proteção de Deus”